Plaza Villegas de Stefenelli: se cumplen 129 años de la creación y colocación del busto

La colocación del busto del General Conrado Excelso Villegas en el centro de la Plaza Villegas -Stefenelli- data del año 1895, y tuvo diversas iniciativas y controversias, truncadas en distintas oportunidades, por motivos no explicados (el historiador Tránsito Toledo tomó como fecha de este acto el año 1896, el municipio la citada en esta nota).

La parte superior de la columna estaba destinada a sostener el busto del General Julio Argentino Roca, pero él mismo solicitó que se coloque el del Coronel Coronel Excelso Villegas, fallecido el 26 de agosto en París.

En el año 1895, en sesión municipal del 6 de abril, se aprobó la finalización de la "Estatua General Villegas". La misma se colocaría sobre la emblemática columna de 18 metros de altura (construida a fines de 1881), y que luego resistiría la inundación del río Negro (1899).

Para la ubicación del busto se desplazó al concejal D. Antonio Carro a la Capital Federal para abonar al escultor José María Ferte el saldo de 300 nacionales por el busto del General Villegas (el costo total de la obra fue de 600 nacionales).

Los encargados para las tareas de emplazar el busto sobre la columna fueron los señores -concejal- Minervini y el ingeniero Serrout, quienes terminaron ensamblando la escultura del prócer sobre la pirámide existente en la plaza.

En el mes de agosto -de ese mismo año- se resolvió arreglar el cerco de la plaza y una comisión compuesta por el presidente municipal Ghiglia y los concejales señor Isla y los comandantes Higimio Vallejos y Julio C. Mallea, para reunir fondos en el vecindario a objeto de celebrar el significativo acontecimiento. 

Pero debió pasar un tiempo -más- para el acto de colocación del busto. 

Finalmente y por voluntad de la mayoría de los jefes militares, en reunión del 3 de noviembre del año 1895, la autoridad municipal decidió la colocación del busto nombrando una comisión de vecinos para reunir fondos a objeto de festejar la ceremonia, y que marcó un hecho histórico para General Roca.  

Sobre la obra (busto del General Villegas) decimos que tiene una dimensión física de casi 1 metro de altura por unos 80 centímetros de ancho en su mayor extensión (hombros); puede que esté trabajada sobre cemento macizo y su peso estimativo podría rondar en los 250 kilos. 

Se encuentra a unos 19 metros de altura (lo que no permite observar con exactitud algunas de sus características); su frente está posicionado mirando hacia el Este.

La Plaza Villegas, emblema de Roca y la Patagonia

Testigo fiel de los principales acontecimientos históricos de la ciudad. 

Por iniciativa del concejo municipal -año 1888- se resolvió designar con el nombre de Plaza Villegas a la existente ubicada en frente del Cuartel del R/2 de Caballería de Línea, en homenaje a los importantes servicios prestados a esta frontera por el General don Conrado E. Villegas.

Al poco tiempo de su nombramiento en su espacio tuvo lugar la colocación de la piedra fundamental y una columna de hormigón de 18 metros de altura, convirtiéndose en el primer monumento nacional de la Patagonia.

Fue un punto de referencia, descanso de las carretas y de actividades para las tropas militares, que se instalaron en sus cercanías para comenzar a darle vida al Fuerte, que luego pasaría a denominarse pueblo (1881).

La historia de la Plaza Villegas, prácticamente, comenzó el  mismo día que arribó a este paraje el Coronel Lorenzo Vintter.

De Fortín a Pueblo y la inundación  

La avanzada a cargo del Ejercito Nacional fue un engranaje más que sumó territorio al proyecto de país, aunque con un saldo doloroso: el exterminio y sometimiento de los habitantes originarios.

La 1° expedición que llegó a nuestra zona fue la que comandó el General Ángel Pacheco en el año 1833, parte del Ejército de Juan Manuel de Rosas.

Más tarde (año 1879) el General Julio A. Roca organizó otra campaña para ocupar militarmente las tierras. El 11 de julio de ese año llegó con la tropa hasta las confluencias de los río Limay y Neuquén.

El General Roca regresó a Buenos Aires dejando el mando al Coronel Conrado E. Villegas en Choele Choel; Villegas ordenó al Coronel Lorenzo Vintter (5° Regimiento de Caballería) llegar a la Confluencia con el objetivo de buscar un lugar adecuado para construir un Fuerte (Lorenzo Vintter funda en este primitivo paraje el 1° de septiembre el Fuerte General Roca).

Dos años más tarde, el 12 de octubre de 1881, Vintter pidió autorización para nombrar el Fuerte en Pueblo.

El primitivo pueblo de General Roca era visto como una colonia de porvenir no lejano, favorecida por su topografía y por la vía fluvial del río Negro. La población se distribuía en el radio de unas 24 manzanas de anchas y bien delineadas calles, con números y uniformes edificios, y con dos plazas espaciosas donde los cuerpos hacían su instrucción práctica y en una de las cuales se realizó la colocación del busto del Coronel General Villegas.

La inundación del río Negro del año 1899 arrasó con la mayoría de esas viviendas del primitivo pueblo y la emblemática columna que se levantó en el centro de la denominada Plaza Villegas resistió el avatar de las aguas del Negro, como así también gran parte del Colegio San Miguel, convirtiéndose en una obra-monumento de singular historia.

Y ese primitivo pueblo se trasladaría al actual emplazamiento, distante a unos 5 kilómetros hacia el Oeste.

Actualidad

La Plaza Villegas es sinónimo de los actos principales para celebrar la fundación de General Roca, cada 1° de septiembre.

En el resto del año recibe un importante flujo de turistas (vecinos locales y de la región, alumnos de escuelas primarias y secundarias, entre otros).

Llama la atención su conservación; a la plaza se la mantiene con un par de máquinas cortadoras de césped, bombitas de luz, recolección de residuos y tareas de rutina.

Como patrimonio histórico su cartelería ha pasado a tener la necesidad de ser repensada (arreglos y falta de pintura e iluminación acorde). 

Por qué no pensar en convertir a la Plaza Villegas en un "casco histórico de la época", con mejoras de veredas y nueva iluminación. 

Allí empezó la historia de la ciudad, y no debemos descuidar este significativo acontecimiento histórico, o sólo hay que visitarla cuando se avecina un 1° de septiembre. Que la historia del pueblo siga en los alrededores y adentro de la Plaza Villegas, para fortalecer la identidad de los roquenses y el brillo propio de un espacio emblemático.