Historias del automovilismo: hace 101 años se corría la primer carrera de autos en General Roca

La mañana del 31 de mayo del año 1923 quedaría inmortalizada; el ambiente del automovilismo se mostraba en sociedad organizando la primera prueba de coches sobre caminos pueblerinos.

Centenares de vecinos -entusiastas- se acercaron al punto de largada para presenciar el rugir de esos motores de sonidos gruesos, y pilotos amateur preparados para una travesía a campo abierto, casi. El circuito obviamente era de tierra y polvareda, y largaron seis autos.

El fútbol era por entonces la actividad deportiva central en la región; épocas donde empezarían a asomar las primeras instituciones -clubes-. 

Fue el binomio roquense Felipe Equiza y Eduardo Nouzeilles el ganador de la emblemática prueba, que tuvo una extensión de 120 kilómetros, uniendo las ciudades de General Roca y Allen (dos vueltas). 

Los autos se alinearon -para la largada- en las inmediaciones de la Cooperativa Valle Fértil, frente a la vieja cancha de fútbol del Club Atlético S. y R. General Roca, y largaron con un intervalo de un minuto.

En la primera vuelta el coche manejado por Félix Heredia con Pelayo Equiza debió abandonar producto de un desperfecto mecánico. Sucediéndole lo mismo a los autos de Guillermo Rey - Raúl Montero y Amaranto Suárez - Jacinto Suárez, que se vieron afectados por problemas en el motor y pinchadura de neumáticos, respectivamente.

Según los datos -crónica del momento- los ganadores transitaron la prueba empleando una velocidad aproximada de 80 km/h.

Participaron los siguientes volantes: Jorge Martínez con Luis Beck, en Ford; Guillermo Rey con Raúl Monteros, en Studebacker; Carlos Padín y Otto Gilardi, Ford; Félix Heredia con Pelayo Equiza, Ford; Armando Suárez con Jacinto Suárez, en Mercedes y Felipe Equiza con Eduardo Nouzeilles, Ford.

La pasión por los fierros había comenzado tras la iniciativa de un grupo de aficionados, que revoltosos en los talleres se animaron a darle forma a una competencia; a nivel país la primera carrera se había dado el 16 de noviembre del año 1901 en el Hipódromo Argentino. 

Desde mediados de la década del '20 el automovilismo regional se convirtió en otra disciplina que integró a los pueblos del Alto Valle, dado que se empezaron a acercar, reunir, pilotos de las ciudades vecinas aportándole más entusiasmo y pasión a las jornadas domingueras.

Fueron aquellos "Grandes Premios Río Negro y Neuquén", carreras donde un coche podía liderar la mayor cantidad de la competencia, pero en el final surgían los problemas menos pensados como alguna falla mecánica, rotura de neumático o error conductivo luego de tanto tiempo arriba del coche. Un entorno mágico y de anécdotas, que se convirtieron en leyendas.

La carrera de autos disputada ese día, hace 101 años, quedó registrado para la posteridad. 

Como siempre, estamos a disposición de los que realmente saben del tema, para ayudarnos a recuperar esa rica historia tuerca que tiene nuestra ciudad.